jueves, 15 de octubre de 2009

Recuerdos rotos




¿Por qué el pasado resplandece de sus cenizas?
¿Por qué no dejarlo enterrado en un abismo inalcanzable?
¿Podría yo soportarlo?
Aunque mi existencia corriera peligro,
me amedrontaría alejarme demasiado de esta corriente de apartados recuerdos.


¿Que sería de mí sino añorara aquellos sublimes momentos?
Me parece insoportable regalarlos al olvido.
¿Sería posible recuperar ni que fuera un atisbo de aquella felicidad?
¿ Seré capaz de recomponer los pedazos de d0s almas rotas por la incertidumbre?


Ojalá pudiera luchar contra la marea de los acontecimientos,
palabras que se pronunciaron movidas por el desasosiego y la sospecha.
Ahora vivo entre olas que suben y bajan si cesar,
que se convirten poco a poco en un remolino interminable.


Sin embargo, aunque la desesperanza me invada, haré caso omiso a la vacilación,
cada vez que sucumba al desconsuelo, me apoyaré sobre unas sólidas tablas y alzaré la vista al frente.
Guardaré para mis adentros, el único trozo que no alcanzarán arrebatarme:
mi anhelo utópico de que un día podré unir por fin mis recuerdos rotos.




Anne Elliot